Quantcast
Channel: Consultoría artesana en red » horario
Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Hay que estar en el lugar y la hora donde pasan las ideas

$
0
0

Idea BulbAyer en el aeropuerto de Barajas, mientras hacía tiempo para coger el avión a Tenerife Norte, echaba un vistazo a los libros que ofrecía una de esas tiendas de urgencia que agolpan producto para gente en tránsito. Novela negra de éxito, novela romántica, tochos de 800 páginas, libros de recetas de cocina, un buen surtido de autoayuda, cosas para niños y sesudos libros para el manager moderno. Y junto a ellos, Escribir es vivir, un librito de José Luis Sampedro donde se recogen unas lecciones sobre “El autor y su obra” que impartió en el verano de 2003 en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Que exista el libro se debe a la labor de Olga Lucas, su mujer, que fue quien recogió los textos y los ha colocado en un libro.

Confieso que no he leído nada de José Luis Sampedro. Claro, ahora que ha muerto y que te viene enseguida a la retina esa imagen de buena gente, de gente tranquila y sosegada, de pensador, de humanista (Amalio, aquí tienes una mina),  ahora le da a uno por leerle. Injustos que somos. O no. Siempre hay tiempo porque el libro seguirá estando en una balda o donde sea en el cibermundo. El asunto es que en el vuelo hasta aquí me ventilé casi 150 páginas y seguro que hoy cuando haga la vuelta a Bilbao me lo termino. Se lee de maravilla. Entretenido, mezclando vida personal y pensamientos sobre literatura… y sobre la vida.

En este post solo quería dejar escrito un detalle que me ha encantado. Habla de que no podemos dejar pasar las ideas. Valen demasiado como para que no las atrapemos cuando, antojadizas ellas, se hacen presentes. Y en su caso, dice que esas ideas a él le pasaban a las cuatro de la mañana. Así que no le quedó más remedio que coger el hábito de levantarse a esa hora y agarrarlas como podía.

Al igual que Garcilaso de la Vega, tras un desengaño amoroso, escribió aquello de que “nadie me podrá quitar el dolorido sentir” tampoco a mí me podrá quitar nadie el dolorido sentir de la creación en esas horas matutinas a lo largo de tantos años. Yo me levantaba a las cuatro de la mañana porque era la hora en que ni yo molestaba a nadie ni a mí me molestaban, la hora en la que no suena el teléfono y, en mi caso, la hora a la que pasan las ideas. Ya saben ustedes que cuando pasan las ideas hay que estar ahí. Ese es otro consejo que puedo darles: las ideas o se cogen o se pierden. De modo que estén ustedes alerta y cuando tengan una idea, no la dejen escapar. Por eso ahora que ya no tengo que ir ni a la oficina ni a la universidad, ni estoy sujeto a horarios, sigo madrugando para estar ahí cuando pase la idea.

Bonito, ¿verdad? Yo estoy desde hace mucho tiempo en las cinco de la mañana. A esa hora pasan mis ideas… aunque reconozco que a veces se adelantan a las cinco menos cuarto. Así que me levanto sin prisa y voy a mi despacho. Me siento y espero que, como todas las mañanas, pasen las ideas. No siempre lo hacen. Pero sé que si no estoy ahí me las perderé. Y no quiero que eso me pase.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 10

Latest Images

Trending Articles





Latest Images